La historia del molino
El agua y la energía hidroeléctrica son dos requisitos importantes para la fabricación de papel.
En 1807, por ejemplo, Leonhard Leinzinger tuvo que desmantelar su fábrica de papel del siglo XVII en Windheim, ubicada en el borde de Spessart, por falta de agua. Llevó el material principal a la idílica aldea vinícola de Homburg, donde reconstruyó y amplió el molino con el característico techo de tres pisos.
1853 se hizo cargo del fabricante de papel Pfälzer Johann Follmer ubicado en el molino Bischbach, que permaneció hasta la tarea operativa en 1975 en propiedad familiar. Después de extensas medidas de restauración financiadas con fondos públicos, el Homburger Papiermühle se abrió como museo en 1997. En 1999, siguió la fabricación, operada por Johannes Follmer, un fabricante de papel de quinta generación.
